CONCEPCIÓN DEL ORO. Recordemos que el 4 de marzo de hace 431 años, en este mismo lugar se dieron cita varios personajes que se unieron para dejar una huella imborrable en el principio de La Historia Escrita de Concepción del Oro.
El 4 de marzo de 1587, a fin de contrarrestar el incremento de encuentros bélicos que se daban por esta comarca y sierras de Concepción del Oro y minas de Mazapil entre los soldados españoles, que comandaba el capitán Francisco de Urdiñola,
y los “indios salteadores y alzados”, éstos defendían el territorio donde ya vivían.
Así lo describía Juan Morlete, escribano del capitán Francisco de Urdiñola: “a pesar de atraparlos, castigarlos y matarlos, no escarmientan, y en esto gasta mucho su majestad por ello”.
Y continuaría escribiendo que “buscarían encontrar el medio más conveniente para asentar la paz y obediencia hacia su majestad”.
Fue así como, en alternativa, sueltan de una de tantas prisiones que las autoridades españolas lugareñas tenían por aquí a un indio esclavizado, de nacionalidad guachichil y de nombre Cristóbal Machitel; que decía ser del Valle del Pedregoso, al que en nombre del capitán Francisco de Urdiñola debería de ir a su tierra y les asegurara a los que habitaban por aquellas rancherías que serían bien recibidos por aquí en Concepción, y que les ampararían y les aseguraban paz, y que en sus tierras donde ya vivían y fuera de ellas ya no serían presos ni maltratados; que, al contrario, el capitán les ayudaría a defenderse de sus enemigos, para que ya no le hicieran más daño a mas cristianos.
Así pues, al regresar Cristóbal Machitel ante Francisco de Urdiñola, le comenta: “que le ha comunicado el tratado a los indios de las Sierras de Rocamontes, a ellos y otra gente alzada en guerra y otros indios más”.
“Que todos ellos, los dichos indios, lo recibieron bien y con contento, que quieren guardar la paz, y en signo de eso trae ante Él, Fco. de Urdiñola, cinco indios gandules naturales de esas Sierras de Rocamontes, que por nombre tienen Macichinir, Maguamara, Maquemachichique, Managua y Mayacepa”.
Quienes a pregunta expresa contestan: “que sí quieren la paz y obediencia hacia su majestad y que vienen en representación de sus capitanes Maguamara y Maquizaco; y también en representación de todas las demás parcelas y rancherías, y que sumaban más de 6 mil guerreros, más las familias de cada uno de ellos. Y que aceptarían acudir ante sus autoridades y que poblarían en donde les fuese señalado para que se les perdone y defienda de sus enemigos, según lo pactado”.
El capitán Francisco de Urdiñola acepta el tratado diciéndoles: “en nombre de su majestad y en símbolo de ello, les otorgo a cada uno de ustedes cinco, seis varas de sayal, un sombrero de hilo y agujas para que hagan sus vestidos”.
Además de que el mismo capitán ordena “que todo quede asentado como mandamiento de paz”.
Fungieron como testigos Pedro Landeros, Jusepe Termiño y Gaspar Duarte, residentes de las minas.
Firmaron también el acta de asentamiento el capitán Francisco de Urdiñola y Juan Morlete, escribano de su majestad.
Con el paso de los años, en 1595, en la Ciudad de México se dan nuevamente testimonio de estos hechos ante Lesmes Salgado, escribano público de México, con otros tres testigos, de nombres Diego López Lucio, Diego de Anaya y Juan Vallejo.
El 8 de mayo del año de Dios de 1595 es cuando fue certificada esta acción y todo lo anterior; y dando fe Luis Carrillo de Guzmán, alcalde ordinario de la Ciudad de México, con el consentimiento de tres escribanos de su majestad: Diego de Anaya, Juan de Vallejo y Cristóbal Ramírez.
De tal manera que son tres fechas diferentes en las que, también en tres documentos diferentes, se da fe ante otras tantas autoridades y testigos, lo que el 4 de marzo de hace 431 años sucedió en estos mismos lugares.
En el acta de pacificación entre españoles y huachichiles quedó asentado que se les permitía “VIVIR EN DONDE YA VIVÍAN”… en Concepción del Oro, antes el Valle de la Concepción.
Maurino de Jesús Torres Leos,
cronista municipal de Concepción del Oro, Zacatecas
Colaboración especial / Tropicozacatecas.com